sábado, 1 de octubre de 2011

Pirólisis, una técnica de tratamiento térmico no tradicional

La pirólisis se lleva a cabo habitualmente a temperaturas de entre 400 ºC y 800 ºC. A
estas temperaturas los residuos se transforman en gases, líquidos y cenizas
sólidas denominadas “coque” de pirólisis. Las proporciones relativas de los
elementos producidos dependen de la composición de los residuos, de la
temperatura y del tiempo que ésta se aplique. Una corta exposición a altas
temperaturas recibe el nombre de pirólisis rápida, y maximiza el producto líquido. Si
se aplican temperaturas más bajas durante períodos de tiempo más largos,
predominarán las cenizas sólidas.

Aunque muchos defensores de los sistemas de tratamiento de residuos más
modernos se refieren a la pirólisis como una técnica nueva, PNUD (1999), en
realidad no lo es. La pirólisis se ha utilizado durante siglos en la producción de
carbón, FAO (1994), y también de forma extensiva en las industrias química y
petrolífera. De especial interés resulta el hecho de que muchos de los diseños
actuales de incineradoras de residuos hospitalarios funcionan mediante un proceso
de dos fases: una cámara pirolítica seguida de una cámara de postcombustión.
Ejemplos son las incineradoras de Compact Power (2002) y de Statewide Medical
Services (2002).

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